Se han instalado 1.000m2 de esta lana mineral de 10 centímetros de espesor. Helena Heras, la arquitecta municipal de la localidad burgalesa, ha apostado por medidas pasivas que, como el aislamiento, reducen la demanda energética del edificio, que cuenta con una superficie total edificada de 1.450 m2 distribuidos en planta baja y cuatro alturas que albergarán la biblioteca y diversas salas de estudio y multiusos.
El antiguo colegio Cervantes, construido a finales de los años 60 en Miranda de Ebro se está transformando en la nueva biblioteca municipal. Este cambio de uso ha precisado una rehabilitación integral en la que los materiales de URSA han sido protagonistas.
Elena Heras Vidaurre, la arquitecta municipal responsable de la elaboración del proyecto ha manifestado que una de las últimas actuaciones que se ha llevado a cabo ha sido la instalación del aislamiento. Para la arquitecta burgalesa ha sido una de las intervenciones principales para garantizar la eficiencia energética del inmueble: “desde el primer minuto teníamos claro que queríamos un edificio lo más sostenible eficiente posible y eso lo hemos conseguido potenciando todas las medidas pasivas del edificio. Por este motivo, la instalación de aislamiento era primordial. El edificio cuenta con una fachada ventilada con aislamiento de lana mineral de URSA, en el interior en los trasdosados y en la cubierta que no existía y por debajo de la solera con XPS”.
Para la construcción de la fachada ventilada, se han instalado algo más de 1.000 metros cuadrados URSA TERRA Vento Plus P4203 de 10 centímetros de espesor. Este material cuenta con la mejor con la mejor conductividad térmica del mercado (λ 0,032 (W/mK) y en una localidad como Miranda de Ebro con inviernos marcadamente fríos, evita que las oscilaciones térmicas del exterior repercutan en el interior aportando confort.
Los responsables de esta obra también eligieron esta solución de aislamiento por la protección frente al ruido exterior que aporta. La colocación de URSA TERRA Vento Plus en una fachada ventilada, contribuye al aislamiento final en un aumento máximo de 4 a 5 dB del valor de aislamiento de la ventana y permite que se minimice al máximo la posibilidad de que se produzca efecto tambor.
“Para mí, el aislamiento es la mejor medida que se puede tomar en un inmueble, también en rehabilitación para asegurar su eficiencia. Creo mucho más en las medidas pasivas que en la mejora de las fuentes de energía para producir calor o frío. Con un buen aislamiento, y en segundo lugar con la instalación de carpinterías y buenos vidrios se disminuye la necesidad de energía que es fundamental para conseguir un edificio sostenible, asegura Elena Heras.
La arquitecta ha quedado muy satisfecha con el resultado “tanto del producto como de los instaladores. Es mi primera fachada ventilada y no sabía que los resultados serían tan buenos”.
Juanjo Extremo, instalador de Fachadas Innova, ha sido el responsable de la colocación del material aislante. Como la arquitecta, el equipo de instaladores está viendo cada vez más la elección de fachadas ventiladas para asegurar la el confort térmico y acústico final de inmuebles rehabilitados y obra nueva. “No he tenido ningún problema trabajando con URSA TERRA Vento Plus, ni en esta obra ni en ninguna otra y su uso cada vez está más extendido. Este material se instala de forma muy rápida, sencilla y eficiente y el acabado queda perfecto”, afirma Extremo.
Además de la instalación de la fachada ventilada, se sustituirá toda la carpintería exterior y se reformará la cubierta. También está prevista la urbanización de toda la parcela y la conversión en zona peatonal y ajardinada de los antiguos patios del Colegio Cervantes.
Elena Heras, explica que aunque el colegio, cerrado desde 2012, no estaba muy deteriorado, sí tenía muchas carencias. “Era el típico colegio construido en los años sesenta (se inauguró en 1970) con estructura de ladrillo y hormigón y que no cumplía las mínimas condiciones de accesibilidad o eficiencia energética”, afirma.
Heras está al frente de esta importante rehabilitación que se prevé que se termine en los próximos meses, tras año y medio de obras y que ha supuesto para su promotor, el Ayuntamiento de Miranda de Ebro, una inversión de algo más de millón y medio de euros.
Hasta el momento, la empresa constructora ha desmontado todo el mobiliario, equipos, instalaciones y falsos techos, se han demolido tabiques y se ha bajado el nivel de la planta baja a la cota de cimentación. Además se han reforzado los cimientos, asegurado la estructura y se ha trabajado en las nuevas instalaciones de saneamiento, agua, electricidad o ventilación.
Una vez terminada la reforma, en el edificio se instalarán, además de la biblioteca municipal, una sala multiusos, otra de lectura, sala de ordenadores y sala de estudio para adultos.