- La plataforma digital para la mejora del hogar, Habitissimo, ofrece distintas alternativas de piscinas que no requieren importantes obras ni desembolso económico y que se pueden instalar fácilmente en un jardín
- Se han incrementado un 7% las peticiones para la instalación de piscinas en los hogares españoles
El calor del verano se combate mucho mejor si tenemos algún espacio donde refrescarnos. Las altas temperaturas que empiezan a verse en varios puntos de la geografía española, han llevado a muchas personas a solicitar la instalación de una piscina en su vivienda, llegando a incrementarse un 7% las peticiones en comparación a los datos registrados en 2019 en la plataforma habitissimo.
Al continuar el miedo al contagio, tras el comienzo de una nueva posible ola, y evitando así posibles grandes aglomeraciones de gente en playas y piscinas municipales, muchas personas han optado por instalar una piscina en su casa como medida de prevención, y ante el temor de nuevas posibles restricciones en pleno verano. Por este motivo, desde la plataforma digital para la reforma del hogar, habitissimo, conscientes del importante presupuesto que una obra de este tipo puede acarrear y de la complejidad de la construcción de una piscina tradicional, ofrecen diferentes alternativas más asequibles y que se pueden realizar sin apenas obras.
Así, entre las opciones disponibles destacan las piscinas de fibra, las más populares en los últimos años. Se trata de piscinas prefabricadas, hechas con materiales muy resistentes que pueden aguantar muchos años bajo el sol. “Si bien es cierto que antiguamente este tipo de soluciones requerían más mantenimiento y no destacaban por su durabilidad, hoy en día la vida de este tipo de piscinas es mucho más larga y está garantizada”; explican desde habitissimo.
Para instalar una piscina de fibras, solo habrá que hacer un pequeño agujero para poder insertarla y, de la misma forma que ocurre con la durabilidad, ya no es necesario enterrarlas por completo, pues con cubrir la mitad de su altura será suficiente. “Esto nos permite ahorrar en la realización del foso al tiempo que nos da la oportunidad de que nuestra piscina sea distinta, pues podemos cubrir el resto del espacio con plantas, piedras u otros recursos decorativos”, afirman desde habitissimo. Este tipo de instalación puede tener un precio medio de 9.000 euros para una piscina de aproximadamente 2x6m2, que estaría lista en menos de una semana.
Otra alternativa, a la que cada vez recurren más usuarios por su capacidad para adaptarse a jardines y espacios más pequeños, son las piscinas de fibra en estructuras de madera, que al contrario que las anteriores, se levantan y quedan elevadas desde la superficie del suelo, donde después se instala una plataforma elevada alrededor. Como en la anterior, el material de la piscina es fibra de vidrio, muy resistente y de fácil montaje. “En este caso lo que más puede tardar es la instalación de la estructura de madera de alrededor de la piscina, que en cualquier caso, estaría lista en menos de un mes”, añaden los expertos de habitissimo.
Entrando en el terreno de las piscinas no tan comunes, pero igual de funcionales, estarían las piscinas de acero inoxidable que estamos acostumbrados a ver en revistas y páginas de diseño. Y es que, aunque puedan parecen inaccesibles, son una alternativa cada vez más demandada, que no requiere obra ni mucha inversión. Este tipo de piscinas, hechas con paneles modulares de acero inoxidable y que cuentan con más de 10 años de garantía, ofrecen un aspecto mucho más parecido a las piscinas de obra, pero solo necesitan un periodo de entre 7 a 10 días para su colocación.
En esta misma categoría encontramos lo que se conocen como salas de agua, un nuevo concepto de piscina llegado desde Francia y que cada vez cobra más protagonismo en nuestro país. Son soluciones muy funcionales pues se adaptan a zonas de pequeño tamaño y además son aptas tanto para exterior como para interior. “Podríamos considerarlo casi un híbrido entre una piscina y una solución decorativa con la ventaja que nos permite refrescarnos en los días más calurosos”, explican.
Por último, para los espacios más pequeños siempre queda la opción del tradicional jacuzzi y para los presupuestos más ajustados, las piscinas desmontables que, aunque con menos glamour, permiten darse un chapuzón y no requieren más de una mañana de instalación. Además, una de sus principales ventajas es que podemos recogerla al llegar el invierno y aprovechar ese espacio para otras actividades.