#Activación Urbana en los bajos de la Torre de Madrid

Zuloark presenta las acciones que está llevando a cabo en los bajos comerciales del icónico edificio de Torre de Madrid. Acciones de transparencia e interacción desarrolladas mediante los mismos elementos que pueden encontrarse en la obra que está teniendo lugar en el propio edificio.

La Torre de Madrid es uno de los edificios más emblemáticos de Madrid, su silueta es testigo privilegiada de la historia reciente de la ciudad, de su sociedad y de sus cambios. Hoy, Torre de Madrid sigue evolucionando de forma activa en un proceso continuo. Durante las obras de rehabilitación de la torre, que incluyen el acondicionamiento de sus bajos comerciales, empieza un proyecto por parte de Zuloark que convierte sus diferentes estados en fases activas. La obra como espacio vivo para la ciudad. Estableciendo mediante diferentes acciones un diálogo entre la torre y los viandantes.

Usando materiales que podrían encontrarse en cualquier obra, se diseñan instalaciones que transparentan información acerca del edificio o que interactúan directamente con los ciudadanos. Buscamos transformar locales aparentemente sin uso en nuevos programas urbanos, convirtiendo los estados inactivos en nuevas situaciones urbanas que contribuyan con otras formas de vivir la ciudad.

FASE 1

ESCAPARATES DE INFORMACIÓN

La primera parte del proyecto busca despertar un recurso dormido y para ello desde Zuloark se busca que la propia Torre de Madrid pueda comunicarse a sí misma. Pueda darse a conocer mejor, transparentando hacia la ciudad mensajes que hablen sobre sus características y su historia. La propia torre es usada como soporte para transmitir mensajes a la ciudad. Son datos sobre ella misma, sobre su historia, que se escriben con letras gigantes sobre los vidrios de sus bajos comerciales, el receptor es el ciudadano, que comprueba que algo esta pasando de nuevo en Torre de Madrid después de tiempo clausurada.

 

La técnica es sencilla y aprende directamente de las mecánicas utilizadas en las reformas habituales de bajos comerciales. Se pinta el interior de los vidrios con yeso blanco y se retroilumina con focos. Los distintos mensajes se escriben rascando ese yeso de los vidrios. La imagen de la instalación de día y sobre todo en la noche, es escenográfica y se entiende como un conjunto; la enorme fachada se convierte en un faro de informaciones.

 

Cuanto más se “pinta el vídrio” con estas informaciones, en realidad, más transparente se vuelve el edificio. 

 

¿Cuánto mide la torre de Madrid? ¿Cuántas plantas tiene? ¿Cuándo empezó su obra? ¿Quienes han vivido dentro de sus muros o cuántas ventanas esculpen su fachada? La Torre de Madrid, uno de los edificios más emblemáticos de la capital, guarda muchísima información valiosa en su estructura de hormigón, en sus diferentes pisos y en su fachada. Una información que no suele transmitirse, pero que a la gente le gusta conocer. A partir de esta fase, los grandes ventanales de los bajos de la torre que dan a la Plaza de España, son un soporte de comunicación para transmitir datos como estos, generando una imagen sugerente de activación utilizando diferentes tipografías.

 

FASE 2

METROMÓRFICO

La forma en la que la propiedad capitaliza estas acciones de reactivación con la ciudad de Madrid, no podía ser a través de una forma convencional. No podía ser imprimiendo su logo y sello como imagen de marca en todas las ventanas que se modifican. Para ello, en el local que hace chaflán, justo en la esquina de la torre, se ha planteado una escultura anamórfica. Un juego de perspectivas en el que al observarlo desde el punto exacto, aparece la marca de la Activación urbana y si no, se verán formas poligonales iluminadas flotando sobre un local blanco. Todo el acondicionamiento diseñado y construido con focos de obra y redondos metálicos corrugados.

 

FASE 3

TELONES INTERACTIVOS

Los autores plantean una instalación digital que dote de vida al zócalo comercial, y arme una comunicación dinámica del edificio con la ciudad. Unos TELONES de alto impacto visual y construcción sencilla, compuestos por una estructura soporte de un fondo difusor interactivo.

 

Continuando con la estrategia de usar y re-programar elementos comunes que podríamos encontrar en cualquier obra gruesa, se dispone una pantalla de conos de obra de color naranja sobre un bastidor, que será la cara que se ofrezca a la calle. Distintos procesos harán que estos conos se conviertan en pantalla de texto, vúmetros de sonido ambiente o interaccionen según el movimiento de los peatones. La actividad cotidiana frente al escaparate se traduce a tiempo real en un juego de luces en el que el viandante puede disfrutar directamente. La generación de interés y la llamada de atención a través del juego pone de relieve las actuaciones y la realidad de la torre. Todo el soporte además se prevé como una intervención evolutiva, que puede cambiar de programa o implementarse a medida que se observan los distintos tipos de interacción y a su vez servir de escenarios para posibles nuevas fases.