Su diseño impulsa a Shôko Barcelona del puesto 95 al 33 en “Mejores Clubs del Mundo”.
- El proyecto ha supuesto un gran desafío para el estudio que finalmente ha conseguido que el local evolucione al compás de las horas del día
- Sus elementos lumínicos dotan a Shôko Barcelona de una imagen única y lo sitúan a la vanguardia de los locales de ocio.
El estudio de Pepe López del Hoyo y Josep Lluís Canyelles ha sido el elegido para la creación de Shôko Barcelona. El actual restaurante-lounge-club ubicado frente al mar, en el Paseo Marítimo de la Barceloneta, ya se ha convertido en parada obligada para quienes visitan la ciudad condal.
Debido a su complejidad como espacio multifunción, el local, de grandes dimensiones, ha representado un gran reto para el equipo de Futur2. Shôko Barcelona debía ser capaz de alojar un restaurante oriental de lujo, al mismo tiempo que ejercer como ubicación de presentaciones para empresas y marcas. También debía contar con una sofisticada terraza lounge abierta durante todo el año, con espacio chill out a pie de playa, y además poder transformarse en un club nocturno cosmopolita de gran capacidad para sesiones de DJ de prestigio internacional.
Bajo esta premisa, el diseño de Shôko Barcelona parte, desde el punto de vista conceptual, de factores representativos de la cultura oriental en su vertiente más figurativa. Así, el equipo dirigido por López del Hoyo, da forma al proyecto valiéndose de elementos orgánicos capaces de interactuar a través de la iluminación tanto entre ellos como con el espacio, los visitantes y los eventos que pueda acoger Shôko, algo que ya se ha convertido en marca de la casa Futur2.
Estos elementos figurativos con capacidad lumínica son los responsables de la atmósfera mágica tan característica de Shôko: la barra de cristal translúcido capaz de retro iluminarse, las columnas del espacio de carácter vegetal simulando grandes ramas de bambú, los techos decorados con flores que recrean teatrales lámparas hindús…
El conjunto de elementos dota al proyecto de un carácter propio que se completa con el revestimiento de las paredes, diseñado y creado en exclusiva para el espacio. Esta segunda piel está formada por celosías que tamizan las pantallas de vídeo de su capa más profunda y es capaz de reproducir vídeos en baja resolución de imágenes, formas, texturas, luces o colores, lo que resulta clave para tematizar la sala de acuerdo al momento del día o el evento que vaya a acoger.
De este modo, la luz, igual que la música, participa de forma viva en la experiencia del visitante y permite crear un Shôko estático o dinámico según convenga. “Cada pieza, gracias a la iluminación, se convierte en un instrumento que permite sacarle el mayor partido posible. Nuestro trabajo es enfatizar una forma de estar en el local en cada momento para que el espacio pueda ser lo que necesite ser” comenta López del Hoyo.
Como en el resto de sus proyectos, Futur2 ha dejado su sello en este trabajo recordándonos su inquebrantable relación con las artes escénicas. Así, coincidiendo con el cambio del interiorismo, Shôko ha escalado posiciones en el ranking de “Mejores Clubs del Mundo” pasando del puesto 95 hasta el 33 registrado en 2018.
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