En pleno centro de París, el interiorista Abel Pérez Gabucio capitaneando su estudio Àbag Studio, ha llevado a cabo uno de sus proyectos más ambiciosos. Se trata de Clinique Iena, una antigua clínica de cirugía plástica convertida en un espacio multidisciplinar.
Sus propietarios, decidieron convertir su clínica de cirugía plástica situada en un espacio en el que pudieran seguir trabajando de forma puntual pero a la vez que sirviera para muchos otros usos como coworking, centro para conferencias, reuniones, hasta un set para grabar vídeos.
El Abel Pérez Gabucio con gran maestría desnudó todo el interior para posteriormente crear un ambiente de marcada inspiración japonesa. El espacio se concibió como cajas de madera y cristal externo. Nada toca las paredes, ni siquiera los revestimientos que están suspendidos, dando así un respeto a la estructura del edificio de la época de Eiffel.
Gabucio fiel a su filosofía ha mezclado la inspiración nipona con el uso de materiales mediterráneos como el mimbre o el pavimento hidráulico para aportar calidez. Se abrió el espacio al patio interior típico parisino con solo cristal y cortinas de lamas verticales para tamizar la luz. “En este proyecto tenía muy claro que quería dar un punto de serenidad al ambiente y creo, bueno estoy seguro que lo conseguimos con la iluminación”.
En cuanto al mobiliario, se combinó la madera de las estructuras con el mimbre de sillas y butacas, en contraste con un sofá de terciopelo gris y dos grandes jarrones en tono turquesa.
En las zonas de trabajo, más funcionales, la iluminación más blanca emana de lámparas de pared flexibles. También el mobiliario en blanco hace destacar dicha funcionalidad con estanterías y mobiliario diseñados por Àbag.