El proyecto de la empresa de arquitectura e ingeniería pretende conseguir edificaciones singulares y de calidad conceptual, dotadas de una fuerte imagen contemporánea. Además, prioriza el desarrollo eco-sostenible tanto en el diseño como en las soluciones constructivas
BOD Arquitectura e Ingeniería ha ganado el concurso convocado por la empresa Cuatro Suertes Golf Hole S.L. para el desarrollo inmobiliario del sector denominado URP-10, ubicado en el paraje de “El puerto”, en Torrox (Málaga), un terreno situado frente al mar con una superficie superior a los 10.000 metros cuadrados.
BOD se encargará de desarrollar la primera promoción piloto, constituida por 78 viviendas, que se erigirá en base estética y de ordenación para el resto del sector, que llegará a las 1.000 viviendas.
El objetivo que se ha propuesto la empresa promotora para el desarrollo del sector es conseguir edificaciones singulares y de calidad conceptual, dotadas de una fuerte imagen contemporánea. Además, pretende priorizar el desarrollo eco-sostenible tanto en el diseño como en las soluciones constructivas.
La solución propuesta por BOD pretende lograr el mayor número de viviendas con vistas al mar. Para ello, tras realizar un análisis pormenorizado del programa de necesidades y los condicionantes impuestos por la normativa local, plantea un conjunto de bloques de dos tipos (bloque pasante y bloque semi-enterrado) conectados por una Calle Interior en dos niveles, que reúne aparcamiento y accesos a zonas comunes y espacios verdes.
Esta Calle Interior funciona a modo de “espina dorsal” del proyecto, que estructura los accesos a todos los bloques. De esta forma, al haberse liberado los espacios de acceso y circulaciones, se aprovecha la mayor parte de la superficie libre para zonas comunes y de recreo de la urbanización, creando un espacio a modo de “balcón al mar”.
Los bloques se adaptan a las condiciones cambiantes de la parcela, tanto a nivel de curvatura como de pendiente del terreno. En el lado Oeste de la parcela, con vistas al mar y pendiente más pronunciada, los bloques agotan las 3 alturas que se ha considerado como máximo para reducir el impacto visual del conjunto. Mientras que en el lado Este de la parcela, sin vistas al mar (o con vistas laterales al mar) y con una pendiente menos pronunciada, los bloques tienen 2 alturas.
En la fachada exterior, se utilizan las terrazas como elemento característico que se va conformando con planos quebrados que buscan la orientación que proporciona las mejores vistas al mar, y aportando al conjunto una imagen característica.