La Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universitat Internacional de Catalunya (ESARQ-UIC) ha inaugurado una exposición en la sala Oval del del Museu Nacional d’Art de Catalunya que consta de 31 proyectos que centrados en la intervención arquitectónica y paisajística en el área de Montcada i Reixac.
Son proyectos cuyo objetivo es reflexionar sobre la transformación de la ciudad. Los autores, alumnos de la ESARQ-UIC, han estudiado el territorio y realizado estas innovadoras propuestas, dirigidos por los arquitectos Alberto Estévez, Miquel Lacasta y Juan Trias de Bes y con la colaboración de diferentes técnicos de las administraciones. La exposición permanecerá abierta hasta el 29 de julio.
La exposición se estructura en torno a tres talleres:
MONTCADA VÒRTEX: Los proyectos presentados proponen construir una imagen conceptual de Montcada como VÓRTICE, como lugar de centralidad y de flujo que configure un espacio de oportunidad para convocar una ocasión estratégica de largo alcance. Los proyectos que se presentan han trabajado con el concepto del paisaje como infraestructura. El taller tiene como objetivo que Montcada i Reixac deje de ser un cuello de botella para convertirse en un vórtice.
CATALIZADORES: El taller se plantea proyectos concatenados con el objetivo de completar una circumvalación natural hoy imposibilitada por el trazado ferroviario, que estaría dibujada por la conexión entre el frente fluvial y la franja norte del cerro de Vallbona. El taller propone un nuevo concepto de Agrocultura Urbana como compendio de las actuaciones que propondrían paisajes urbanos y productivos a través de la incorporación de la naturaleza a la ciudad. Porque,precisamente, se trata de identificar, evaluar y superponer la geografía natural sobre la urbana. Esto es, introducir e impulsar los recursos naturales como algo propia de la ciudad.
RAZAS DE EDIFICIOS. El ADN del edificio, casi podría decirse también su alma, o la parte más “profunda” de su ser tiene que estar claro en la mente de su creador. E “insuflado” en el proyecto a manera de sistema, hará que crezca solo. A tal diseño arquitectónico únicamente habrá que darle su justa “alimentación”, equilibrada, que llegue hasta el último detalle; y las necesarias “horas de sueño”, de reflexión y reposo; en un clima favorable para su correcta “supervivencia”. Siempre detrás de la coherencia entre el genotipo y el fenotipo arquitectónico, entre el “motor” interno y conceptual y su armónica ejecución final y constructiva.
Fotografías: Aitor Estévez
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